18 de mayo de 2009

Silencio

"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas"

Ha muerto Mario Benedetti. Las palabras guardan silencio.

7 de mayo de 2009

Mad Max

El pasado martes por la tarde volvía del curro en mi motillo por Alberto Aguilera, pensando en mis cosas y en la inminente visita del enano de Kira (pronto os hablaré de él) al veterinario, cuando me tocó detenerme en un disco en rojo, a la altura del túnel que comunica Alberto Aguilera con Princesa.

Debido al tráfico hube de parar detrás de un coche, que se encontraba lo suficientemente cerca de la mediana que delimita la entrada al túnel como para poder sortearle (una vez se hubiera detenido el coche que me seguía a mí) por la izquierda de forma que estuviera mejor situada para girar hacia ese lado en el cruce, maniobra obligada si deseaba llegar a mi casa.

Mayúscula fue mi sorpresa cuando al notar un leve impacto en mi pantorrilla izquierda, y tras calárseme la moto por la mini impresión, giré la cabeza y me encontré con que un coche había impactado contra mí!! Al estar yo detenida y él en proceso de frenada el impacto fue mínimo pero no me hace ninguna gracia que la gente me vaya "atropellando" sin motivo. El coche en cuestión intentaba pasra por un sitio por el que no cabía de ninguna manera ya que el vehículo situado delante de mí (ni siquiera yo) le cerraba el paso, con lo que se había pegado a mí de tal modo que había llegado a golpearme.

Sin embargo, hubo otra sorpresa más, aún peor, terrorífica más bien, el que conducía el coche era... UN CURA!!!!! Un cura viejo con su alzacuellos al viento y un rosario colgando del espejo retorvisor central. Mis ojos se abrieron desmesuradamente tras mi oscuras gafas de "poli corrupto" y mientras el vello de mi nuca se erizaba en señal de repulsión y enemistad le grité un, demasiado correcto, "¡Me has dado!" (Mu sugirió, a posteriori, que debería haber empezado mi frase con un exabrupto blasfemo) a lo que él contestó "Es que quiero pasar". Nos ha jodido!!! Y yo llegar a mi casa y no voy arrollando a la gente por las calles de Madrid!!! Llamas de odio brillaban en mis ojos mientras maquinaba formas de vengarme del cura-Mad Max, véase: darle con el casco en la cabeza sin quitármelo antes, en plan cabezazo mortal; bajarme de la moto y patearle el coche; o hacerle un súper combo patada al mejor estilo Street Fighter. En esas estábamos cuando el disco cambió a verde, el coche delante mío comenzó a andar y el cura loco, ni corto ni perezoso, me sorteó para seguir con su camino sin disculparse ni mostrar contricción niguna por su acto. Total, después con rezar un padre nuestro ya estará perdonado y podrá seguir con su labor de acabar con los moteros de la ciudad a golpe de parachoques.

Siempre se ha dicho "con la Iglesia hemos topado" pero, ¿qué ocurre cuando es la Iglesia la que topa contigo? ¿Quién nos protege entonces ante sus atropellos (entendiendo esta palabra en todos sus sentidos)?

En fin, amiguitos, si algún día caminando o circulando por la ciudad os encontrais con un coche marrón al volante del cual se encuentra un cura con mirada perdida y cara psicopática, huid!!, corred!!, escondeos!! Porque Madrid es su territorio y él tiene sed de sangre.