16 de junio de 2008

Siempre hay una primera vez...

Es curioso como un pequeño incidente puede trastocar nuestra rutina de golpe y porrazo (nunca mejor dicho en este caso) Hace más de un mes que conduzco a Mara de forma habitual y en todo ese tiempo, exceptuando algunos sustos puntuales, nunca tuve ningún problema, caída, encontronazo, etc. Es más, el miércoles pasado, cuando volví a cogerla después de unos días de lluvia, me di cuenta de lo bien que me había hecho a ella, de lo agradable que me resultaba conducirla y de lo segura que me sentía sobre ella.

Esta mañana, por unos instantes, cambió todo cuando un elemento ajeno a mí, llamémosle coche, decidió que no le merecía la pena frenar para mirar a su derecha antes de atravesar el carril bus-moto-taxi. La casualidad (aunque hay quien dice que las casualidades no existen) quiso que en ese preciso instante Mara y yo circuláramos por dicho carril. Cuando quise darme cuenta le tenía encima; un instante después me había golpeado.

Mara se encabritó. Me costó controlarla. Caímos. Noté como mi cuerpo golpeaba el asfalto y se arrastraba por el mismo; cuántos metros, no sabría decirlo. La cabeza no cayó hasta el último momento, cuando ya todo había pasado (bendito casco) Me quedé un rato tumbada en el suelo, intenté moverme y lo conseguí sin dificultad pero magullada. No sabría describir lo que sentí en esos momentos cuando todo era tan confuso. Sólo sé que intuí antes de que me golpeara que iba a hacerlo, que me caería y que iba a doler; sin embargo, dolió mucho menos de lo que pensaba/esperaba.

Me incorporé lentamente y otro motero, uno de los tres que circulaban tras de mí en el momento del accidente, me ayudó a ponerme en pié y me preguntó si estaba bien, contesté que sí y rompí a llorar. Me temblaban las manos. El llanto fue breve, apenas segundos. Entre los tres chicos levantaron la moto y la acercaron al arcén.

Cuando llegó el conductor del coche le cayó "la del pulpo" (de forma verbal) por parte de uno de los chicos, a mí aún me costaba hablar. Todos me dejaron sus teléfonos, su nombre y sus apellidos, por si tenía algún problema y tras asegurarse por sexta vez de que estaba bien se marchan a trabajar.

El otro conductor, pálido del susto, y yo nos quedamos haciendo el parte. Era de León, la primera vez que venía a Madrid y estaba medio perdido. No le justifico, antes de efectuar un giro que implique invadir otro carril, debes asegurarte de que no circula ningún vehículo por el mismo. Si en lugar de ser yo hubiera sido un autobús... Hay cosas en las que prefiero no pensar.

Cuando terminamos el parte, nos despedimos. Subí en Mara, la arranqué y volví a ponerme en marcha, con dificultad porque el pedal del embrague acusó el impacto curvándose hacia arriba de forma que cambiar de marcha se convierte en un handicap. Descubrí que no tengo miedo y que sigo queriendo a Mara como el primer día.

Llegué al trabajo, conté lo ocurrido y me mandaron al médico del seguro. Allí me hicieron pruebas para asegurarse de que eran sólo contusiones lo que tenía. Me prescribieron un día de reposo (hoy) Mañana ya se verá...

Ahora estoy en casa, con la rodilla izquierda como una patata de gorda y de color morado berenjena. Cotusiones en brazos, cadera, muslos y espalda y abrasiones en el empeine y tobillo izquierdos. Nada para lo que podía haber sido. Mi pena mayor es que he tenido que dejar a Mara aparcada frente al curro, pero pronto la tendré de vuelta. Me considero muy afortunada, la verdad.

Creo que hoy me dejaré mimar...

6 comentarios:

Kineas dijo...

¡Más te vale dejarte mimar! Tener un accidente de tráfico, aunque sea leve, siempre causa una enorme desazón, y más si vas en moto porque tú eres el chasis...

Ánimo preciosa, pronto llego a casa.

PD: Resulta curioso el título de tu post anterior visto en perspectiva.

mu dijo...

Y tan descorazonador, yo me llevé el golpe de un taxista por no verlo y me desanimó, incapaz de me siento de imaginar tu estado de ánimo.

Ya he hablado contigo y me lo has contado todo, me quedo tranquilo... En fin, ya perteneces al selecto grupo de los que se han caído. Que esto sea lo más grave que te ocurra sobre una moto...

Un besazo!

mu dijo...

El golpe fue en el coche, por cierto, que olvidé decirlo XDD

Anónimo dijo...

Pero bueno!!!
Si es que no se pueden dejar sueltos los conductores "extranjeros" por Madrid jeje.

Menos mal que no te has hecho mucho y te han echado una mano los amigos moteros. Mucho ánimo en tu convalecencia!!

PD: lleva la patata una capa roja? XD

InsertCoin dijo...

Si, la verdad es que un accidente da bastante impresión, aunque luego no pase nada.

En fin, me alegro infinito de que no pasara nada. Ahora a descansar (bueno, supongo que hoy ya no xD)! En una semanilla estarás como nueva, sin moratones ni nada :)!

0 dijo...

Ay madre mía de mi madre!!!
Menos mal que no te ha pasado nada grave... bueno, si necesitas una enfermera para un vendaje, una tirita o lo que sea, ya sabes ;) jeje.
A veces el susto permanece mucho más que las heridas pero no te dejes asustar por el susto, valga la "redundoncia".

Besazos!