La verdad es que aún no me lo explico. Cuando regresé Francia nadie me había avisado de lo que me esperaba al entrar por la puerta del despacho: todo estaba lleno de cajas vacias y paquetes, restos de la mudanza que había tenido lugar recientemente. Ese mismo día me tocó pasar casi una mañana bajando cajas (tanto vacías, como llenas de papeles y libros) al contenedor de reciclado de papel, acabé con dolor de espalda y varios cortes en las manos. A eso le siguieron varios días de ordenar y llenarme de polvo hasta las orejas.
Lo peor fue que esta mañana, cuando ya pensaba que el horror había terminado, nada más entrar me esperaban el armario de papelería (que necesitaba una reorganización urgente) y tres cajas más llenas de papeles y libros para bajar. Es entonces cuando me enfado, mucho, pero apechugo con ello y mientras lo hago no dejo de pensar en qué momento dejé de ser secretaria para convertirme en mozo de almacén/chica para todo. Tengo un trabajo por el que me pagan (poco) y entre las obligaciones del mismo no se encuentran ni limpiar, ni cargar cajas, ni mover muebles de sitio, etc, etc. Eso no es lo que yo firmé
¿En serio esto es todo lo que hay? ¿Acaso no puedo aspirar a más? Y lo que es más importante, ¿hasta cuando? Cada día lo llevo peor y llegará uno en que me largue dando un portazo porque esté harta de trabajo "extra" que ni es pagado ni agradecido. Y por último, no debo olvidar el retrógado machismo de mis jefes puesto que, además de pagar menos a mujeres que a hombres con igualdad de funciones, dicho trabajo extra sólo lo llevamos a cabo las mujeres puesto que aún ninguno de mis compañeros hombres ha cargado cajas, ni limpiado armarios, ni peleado con pelusas del tamaño de la cabeza de mi gato pequeño.
Cabreada, hoy estoy realmente cabreada.
4 comentarios:
No hay mucho que decir al respecto... Todos los curros tienen sus puntos malos, aunque obviamente hay algunos peores que otros. La única opción que te queda es el cambio.
Por desgracia, ahora mismo no es el mejor momento y eso juega en contra de los contratados, que han de soportar más marrones sin quejarse.
Piensa que todo cambia, y en algún momento irás a mejor.
Ya... no me queda otra de momento pero es que estaba tan cabreada/indignada que tenia que contarlo. Creo que el día en que cosas así dejen de hacer que me hierva la sagre me habré convertido en una conformista y eso sí que no! Viva el inconformismo!!!!
:D
Bichoooo!!!
Escribes cuando no estoy, apuñalando por la espalda con arteras artes. Sabes de sobra que vales mucho más que para eso.
:)
Kine tiene razón, lo soportas a diario, sólo eso debería estar generosamente remunerado...
Ahora en serio (bueno, lo anterior también iba en serio), lo jodido es que ahora no te queda otra que tragar con lo que hay. Apechugar, como tú dices. Pero ni por asomo esto es todo.
Válgame Dios, ¡menuda cabeza desparovechada sería entonces!
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