Ayer redescubrí Madrid de nuevo; sin embargo, esta vez no fue gracias a uno de mis largos paseos (como ha venido sucediendo en anteriores ocasiones), sino a través de otros ojos, de otra mirada: la de mi abuela Blanca.
El Madrid que me mostró no era el mío, era el suyo: el de su infancia, su adolescencia, la Posguerra y la Dictadura. Historias ya conocidas para mí, cercanas, reales, familiares... Ayer fue diferente porque el escenario (la ciudad) por una vez ocupó el papel protagonista. El Madrid a su vuelta de un traumático "exilio" en Valencia. El del regreso a una casa derruida por las bombas. El hambre. El de la muerte de su padre y su entierro en el Cementerio de la Almudena. El de los desprecios de vecinos, clero y guardia civil por ser hijos de un militante socialista. La vergüenza. El de los años de aprendiz de modista en un taller de costura.El de sus caminatas para cumplir los encargos del sastre: sus Vistillas, su Gran Vía, su Plaza Mayor, su barrio de los Austrias, su barrio Goya... El del novizago con mi abuelo. El añorado cuando debía viajar a otras ciudades acompañándole en su trabajo. El reencontrado cuando se establecieron definitivamente aquí.
Su Madrid: el que enseñó a sus hijos, el que me enseñó a mí: mi Madrid.
Este es un pedazo de su memoria histórica. También es parte de la mía. Vladimir Ilich dijo una vez que "el pueblo que olvida su Historia está condenado a repetirla". Lo que fuimos es lo que somos y esto es lo que seremos.
Yo quiero saber y no tengo miedo de lo que pueda encontrarme.
1 comentario:
sí, hablando con las abuelas ¿por qué con las abuelas y no con los abuelos? una casi se imagina que está en ese madrid del que hablan, la familia de mi abuela también tuvo que irse, y era complicado, porque los varones (¿adultos?) no podían dejar la ciudad, pero a su padre lo sacó el hermano de su mujer, que era piloto republicano, haciéndolo pasar por ruso!
Es un tiempo complejo, todos actuaban de acuerdo con lo que consideraban principios irrenunciables del ser humano.
Y dicen que algunos lucharon porque no les quedaba otra.
¿Cómo pudo darse la situación de que 'no les quedase más remedio'? Ahora mismo estoy estudiando una asignatura sobre nacionalismo y género, y es curioso lo que plantean de que los hombres se ven arrastrados a las guerras con la idea de defender a sus familias...
¿Por qué de pronto (casi) toda Europa se vio inmersa en guerras? ¿Fue pura casualidad?
Como estoy lejos de casa, me estoy perdiendo las polémicas de la memoria histótica española, pero creo que a veces con las etiquetas 'derechas' e 'izquierdas' lo que se hace es ocultar realidades más profundas: organizaciones familiar, de propiedad de la tierra, derechos laborales, situación económica...
Mmmmmm empecé de manera persona y me he pasado a las reflexiones, jejeje
Qué interesante sería que cada uno escribiese las memorias transmitidos por sus abuelos sobre la guerra, ¿verdad? Eso sí que serían testimonios, no tan sometidos a manipulación política...
¡¡Un besote linda!!
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