Ayer me levanté a las siete de la mañana, muy temprano para un sábado, ya que tenía que estar en Metro Cruz del Rayo a las nueve... Me duché, me vestí, mareo incluido al ir a atarme las deportivas en lo que creo eran los coletazos de la cerveza de la noche anterior (sí, lo sé, es muy triste que cuatro cañas me lleven a ese estado...), desayuné y volví a mirar la agenda para asegurarme de la dirección... Todo correcto excepto por un pequeño detalle: la hora. Era a las diez cuando había quedado!!! Me había dado un madrugón impresionante para nada!!! En fín, uno más de mis despistes cotidianos...
A las doce menos cuarto me reunía con mi madre en una cafetería de Avenida de América: ella quería hacer unas compras e iba a acompañarla. Aunque ya de camino hacia allí había decidido que prolongaría mi compañía hasta Velilla y pasaría el día con mis padres. Hay momentos en que te descubren facetas de ti misma que no sabías (aunque quizás intuías) y sobre las que necesitas reflexionar. Ahora, a mis 25 años, cuando pensaba que ya me conocía lo suficiente, me he dado cuenta de que en realidad apenas lo hago; así que, he decidido tomarme un tiempo para saber quién soy y qué es lo que quiero.
Es curioso pero a esta verdad sí que la temo.
P.D.: Sabes que me hubiera encantado ir al concierto pero, como has leído, necesitaba ese día para "ordenarme". Qué tal fue? Espero que mejor aún de lo prometía ;D
1 comentario:
Pero serás pendeja! Qué te hace pensar que nada más llegar a casa pensaría en entrar aquí y contarte lo genial que.. Oh, shit.
Lamento no haberte llamado durante Maldito Duende, pero es que 70.000 almas móviles buscando cobertura en tan poco espacio hizo imposible que mi cacharro se conectase con nadie.
Un besito linda, ya te contaré en persona.
PD: Qué triste lo de las 4 cañas...
:P
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